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  Adquiere lo que necesites Si necesitas financiar alguna compra pero te falta algo de dinero, un préstamo hipotecario te permite hacer esa adquisición. Lo podrás devolver con intereses, pero en cuotas holgadas.  
  Condiciones flexibles Tener una hipoteca te servirá como garantía para pagar tu préstamo. Al tener esta garantía, es normal que las entidades financieras te ofrezcan unas buenas condiciones para darte tu préstmao hipotecario.
  Adquisición inmediata Si tienes una hipoteca y necesitas tu dinero de forma rápida, un préstamo hipotecario es una buena opción. Así podrás disfrutar de tu dinero e invertirlo en lo que más necesites o prefieras.
 

Antes que nada, debemos matizar que un préstamo hipotecario y una hipoteca no son lo mismo, aunque se usen a menudo como sinónimos. Mientras que la hipoteca es un tipo de préstamo que se utiliza únicamente para financiar una vivienda, un préstamo hipotecario es un tipo de préstamo que puedes destinar a otros asuntos y en el que la garantía de pago es una hipoteca. Por ejemplo, si ya tienes una hipoteca para pagar tu vivienda y además quieres comprar un coche, puedes buscar un préstamo hipotecario. Con ese préstamo, tu entidad financiera de dará el dinero para pagar tu coche y la hipoteca funcionará como garantía en caso de que no pagues tus cuotas o haya irregularidades. Los préstamos hipotecarios también son conocidos como préstamos con garantía hipotecaria. Para evitar confusiones, te recomendamos que manejes el término "préstamo con garantía hipotecaria" para los préstamos personales en que la hipoteca es el aval; e "hipoteca" para ese préstamo que se destina a comprar una vivienda.

Preguntas frecuentes sobre préstamos hipotecarios

Los préstamos hipotecarios son concesiones de dinero que hace una entidad financiera (prestamista) a un particular (prestatario). A cambio de esta concesión, el prestatrio va devolviendo el dinero a su entidad financiera en cuotas y con intereses, que son el beneficio que se lleva la entidad por prestar ese dinero. La única diferencia entre un préstamo personal normal y un préstamo hipotecario es que en el préstamo hipotecario tiene como garantía de pago una hipoteca. Es decir, que si no le pagamos al banco ese préstamo, se quedará con la hipoteca y la casa que esté hipotecada. 
Los préstamos personales suelen ser de menos dinero que las hipotecas. Pueden ir desde los 3.000 hasta los 50.000 euros, pero lo que puedas pedir dependerá de tu situación económica y personal. 
A la hora de pedir un préstamo (sea con garantía hipotecaria o no), es normal que el banco o entidad financiera nos exija una serie de requisitos antes de concedernos el dinero. Las condiciones más habituales son las de tener un trabajo fijo y estable, unos ingresos mínimos para cubrir las cuotas, no tener deudas ni impagos y dar un aval (en este caso sería la hipoteca y su vivienda). Si cumples estos requisitos, seguramente tu banco te pueda conceder tu préstamo hipotecario. 
Los intereses son esa parte de dinero que le pagaremos al banco por concedernos el préstamo. Se pagan con las cuotas y se suelen expresar en porcentajes. El valor de los intereses (es decir, lo que cuesta el préstamo) depende de muchísimos factores. Por ejemplo, tu situación financiera, los ingresos que percibas o los avales que aporten tendrán una gran influencia en lo que termines pagando. Dar una garantía hipotecaria es un buen aval para un préstamo, pero tendrás que tener en cuenta también otros factores personales tuyos. Actualmente, los intereses de los préstamos rondan entre el 5% y el 15%, a grandes rasgos.