Si escuchas los consejos de peregrinos que han hecho el Camino antes de ponerte las zapatillas, verás que hay opiniones para todos los gustos: aquellos que lo han hecho en compañía te contarán entre otras cosas lo bonito (y divertido) que es disfrutar de la experiencia con la gente que quieres, ya que te permite conocerlos de verdad. En cambio, los peregrinos solitarios te dirán que debes hacer el Camino solo, para así poder ir a tu ritmo e incluso descubrirte a ti mismo.
Para ayudarte a tomar esta decisión, te contamos las ventajas principales de emprender la aventura solo o hacer el Camino en la mejor compañía.
Indice
Ventajas de hacer el Camino solo
Tu ritmo, tus normas
La ventaja principal de hacer el Camino solo es que tú te marcas el ritmo y decides la hora de salida, las paradas necesarias, o cualquier alteración en la ruta.
¿Te apetece pasar un día más en alguna de las etapas? Si dispones de tiempo suficiente, podrás hacerlo cuando quieras. ¿Necesitas bajar el ritmo? Sin problema de quedarte atrás. Tendrás que escuchar únicamente a tu cuerpo y a tus ganas de caminar. Y a nadie más.
El “descubrirse” uno mismo
Cuántas veces habrás escuchado esto… Pues tenemos que decir que es cierto.
El Camino de Santiago es una experiencia en la que aprenderás a disfrutar de la soledad, en la que podrás pensar en tu vida y tus problemas, meditar detenidamente acerca de decisiones pendientes, y disfrutar de las pequeñas cosas que se nos muestran a cada paso.
Además, podrás saber dónde están tus límites y lograr cosas que no creías capaz. Por algo dicen que del Camino se vuelve siendo otra persona.
Nunca caminarás solo
Puede que salgas de la etapa inicial sin más compañía que la de tu mochila, pero te aseguramos que nunca te sentirás solo durante tu peregrinaje.
Esto dependerá también un poco de la ruta que elijas: si es una ruta popular como el Camino Francés o el Camino Portugués, incluso puede que te encuentres a demasiada gente (nuestra recomendación es que la evites en los meses de verano, ya que es cuando más afluencia de peregrinos tiene).
Que no te quepa duda que hagas la ruta que hagas, el ambiente en el Camino es solidario y amigable. Te encontrarás siempre a peregrinos en cada etapa en tu misma situación que te ayudarán en lo que necesites.
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Conocerás a más gente
Si haces el Camino de Santiago en grupo, tendrás tu compañía particular cada día, por lo que será más probable que tus experiencias y conversaciones se limiten a este círculo de conocidos.
Sin embargo, la cosa cambia cuando vas solo: en algún momento de la ruta tendrás que hablar con alguien, y puesto que os esperan por delante las mismas etapas, acabarás coincidiendo con esa persona con más frecuencia de la que imaginas. ¡Incluso compartiendo habitación en el albergue!
Los que hemos estado en la Plaza del Obradoiro y presenciado la llegada de muchos peregrinos, seguimos sorprendiéndonos con lo emocionados que se ven, abrazados y celebrando el final del camino como si se conocieran de toda la vida, cuando simplemente han coincidido en su aventura unas semanas antes.
Solo por eso, vale la pena el Camino.
Ventajas de hacer el Camino en compañía
Tendrás testigos en los momentos especiales
Seamos sinceros: caminar a tu ritmo es una gran ventaja, pero en aquellos tramos más bonitos o cuando llegas a tu meta diaria, agradeces tener al lado a alguien de confianza con quien sentarte en una terraza, compartir tus impresiones o con quien hacerte una foto para el recuerdo. Si haces el Camino sin compañía, esto solo podrás hacerlo una vez entables alguna amistad por el camino.
Si caminas solo, siempre podrás echar mano de tu teléfono móvil para compartir tus sensaciones con tus seres queridos, pero será difícil que puedan vivirlas de la misma forma en la distancia.
Será más difícil que te desorientes
El camino en general está bien señalizado en todas las etapas, pero es lógico que si hay más ojos, estos vean mejor las flechas e hitos del trayecto. Si vas solo, puedes llegar a distraerte en algún momento con el paisaje, o que te asalten las dudas si no aparecen señales durante un tramo más o menos largo.
Además, en caso de dudas en algún cruce de caminos, también seréis más cabezas a pensar para tomar la mejor decisión y evitar tener que hacer kilómetros de más.
No te importará caminar con menos luz
Muchos peregrinos prefieren madrugar para llegar al final de cada etapa antes de comer y tener así más tiempo para descansar o explorar la ciudad de destino.
No se trata de hacer el Camino de noche, pero si peregrinas en los meses de invierno y otoño puedes encontrarte con que todavía hay poca visibilidad a primera hora de la mañana. Si caminas solo, puede que no te guste mucho la idea, pero si siempre vas acompañado seguro que no te importa lo más mínimo, ya que te sentirás más protegido,
En caso de emergencia, tendrás ayuda al instante
El camino de Santiago en general es seguro. Cada año lo recorren miles de peregrinos y no hay apenas incidentes. Pero lo que sí pueden surgir son imprevistos en los cuales necesites la ayuda de alguien de confianza.
El miedo a sufrir algún tipo de mareo o una lesión, especialmente si nuestra condición física no es la idónea o sufrimos algún tipo de enfermedad, o incluso el temor a extraviarnos en alguna de las etapas, pueden ser motivos por los que rechacemos hacer el camino sin compañía.
Queremos recordarte que, en caso de que lo necesites, cualquier peregrino estará seguramente encantado de echarte una mano, pero es normal que tengas tus dudas si te decantas por alguna de las vías con menos afluencia, tales como el Camino del Norte o el Camino Primitivo.
Estos temores seguro que se disipan si vamos acompañados de un amigo, familiar o conocido, porque sabemos que siempre estará ahí para lo que pase.
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Mis antecedentes filólogos me han llevado a la redacción de contenidos especializados en viajes y finanzas en español e inglés en el mundo digital. Peregrina en mis ratos libres y siempre que las pandemias lo permitan.