¿Cuál es la diferencia entre un préstamo y un crédito?
Aunque es habitual ver mencionados préstamos y créditos como sinónimos, existen pequeños rasgos que los diferencian. Por supuesto, ambos tienen en común que son productos financieros que sirven principalmente para prestar dinero al cliente, pero la forma en que lo hacen es la principal diferencia entre los dos.
Un préstamo es una operación financiera en la que el prestamista (que normalmente es una entidad bancaria o financiera, pero también puede ser una persona física), le da al prestatario una cierta cantidad de dinero. Esta cantidad, así como el plazo y la modalidad de devolución se negocia y se fija previamente entre las dos partes. Normalmente, la devolución se efectúa en varios pagos, que pueden ser mensuales, bimensuales, trimestrales, etc. Además, el préstamo se devuelve con una serie de intereses también fijados de antemano, que es el beneficio que se lleva la entidad financiera por ofrecer este servicio.
El crédito, por otro lado, es una cantidad de dinero que la entidad financiera le da al cliente, de forma que éste dispone de este capital según las necesidades y con un límite de uso. Los intereses que paga van en relación con las cantidades que haya utilizado. En la concesión de crédito también hay un plazo, pero cuando éste termina se puede ampliar.
Principales diferencias entre el préstamo y el crédito
Las diferencias entre el préstamo y el crédito, por lo tanto, son las siguientes:
- La forma en la que se entrega el dinero:
En el caso del préstamo se otorga todo el capital al inicio del contrato, mientras que en un crédito se puede disponer del dinero según se necesite. - Los intereses que pagan:
Con un préstamo se establece un porcentaje del capital prestado que el prestatario deberá pagar al cabo del plazo de amortización, mientras que con un crédito sólo se abonan los intereses cuando se usa el capital. Los intereses de un préstamo suelen ser más bajos que los de una línea de crédito. - El plazo de amortización:
Con un préstamo, el plazo de amortización se fija de antemano y se cierra cuando el prestatario ya ha pagado la totalidad del capital más los intereses. En el caso del crédito, no existe un plazo fijo en el que se termine, sino que se puede renovar y ampliar.
Dadas las diferencias entre préstamo y crédito, también el uso que se les da suele ser diferente. Ambos productos son adecuados para situaciones financieras diferentes. El préstamo suele ser utilizado para pagos amplios (como para un coche o una reforma en casa). El crédito por otro lado se destina más bien para pagos más reducidos, para realizar pagos que no podemos efectuar de forma puntual.