Si tienes claro que quieres hacer el Camino de Santiago pero no sabes qué ruta o tramos recorrer, repasamos las etapas mejor valoradas por los peregrinos.
El Camino de Santiago es una experiencia inolvidable, independientemente de la ruta elegida, el número de etapas o el punto de salida que elijas. Las buenas sensaciones que transmiten los peregrinos, la magia que envuelve cada etapa y la Historia que contiene cada kilómetro hace que el esfuerzo merezca la pena.
A pesar de que cada ruta y etapa tienen motivos para ser recorridos, existen algunos que regalan estampas preciosas para verlos (y vivirlos) en directo. A continuación enumeramos una selección de aquellas etapas más recordadas por los peregrinos, para ayudarte a elegir qué tramo del Camino recorrer.
Recuerda que para lanzarte al Camino puedes empezar y terminar en el punto que desees, tanto como si quieres empezar en una etapa intermedia y recorrer solo un par de ellas. Hay muchos peregrinos que no disponen del tiempo necesario para recorrer todas las etapas de una ruta del tirón, por lo que deciden completarla por tramos espaciados en el tiempo.
Indice
Colombres – Llanes (Camino del Norte)
Bordeando la costa asturiana rodeado de naturaleza
Si hay alguna zona que puede competir con Galicia en la belleza de sus espacio naturales, Asturias tiene mucho que decir al respecto. Entre las distintas etapas que transcurren en el principado de Asturias, este primer tramo correspondiente a la 16ª etapa del Camino del Norte es de las que más paisajes espectaculares alberga. Una etapa de senda costera, con muchos puntos que te obligarán a detenerte para admirar toda su belleza y que termina en Llanes, un pueblo asturiano lleno de encanto.
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Santiago de Compostela – Negreira (Camino a Fisterra)
La magia no termina en Compostela
El Camino no termina en Santiago de Compostela: también puede ser el punto de partida de etapas maravillosas, como la 1ª etapa del Camino de Fisterra – Muxía. Aunque en el perfil de este tramo existe una subida empinada a partir del kilómetro 11 hasta llegar al 14, el esfuerzo merecerá mucho la pena. Cerca del final de esta etapa se encuentra Pontemaceira, un hermoso lugar inmerso en la naturaleza de la zona, con un antiguo e imponente puente romano. Si el tiempo acompaña, podrás de disfrutar de un baño cerca de su hermosa cascada o de un merecido refresco en el bar/restaurante que se encuentra a la orilla del río.
Sarria – Portomarín (Camino Francés)
A 100 km de alcanzar la gloria
Todas las etapas del Camino Francés que transcurren en Galicia hacen que cada kilómetro merezca la pena. La 29ª etapa del Camino Francés destaca por el punto de partida por excelencia para muchos peregrinos, al encontrarse dentro del límite de los 100 km mínimos para obtener la Compostela. Se trata de un tramo que pasa por la Galicia más rural y auténtica, con muchos paisajes naturales y terminando en Portomarín, un pueblo fascinante. Debajo de las aguas de su río, se esconde un pueblo antiguo sumergido, que terminó así para posibilitar la construcción del embalse de Belesar.
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Mealhada – Águeda (Camino Portugués)
Un baño de colores de carácter estival
El país vecino tiene multitud de rincones por explorar, y el Camino de Santiago ofrece una oportunidad excelente para recorrerlo. Entre las 19 etapas que transcurren en tierras lusas desde Lisboa hasta alcanzar la frontera con Tui, es muy recomendable la 10ª etapa del Camino Portugués. Los 25 km que separan las localidades de Mealhada con Águeda tienen entre otros reclamos turístico el mayor lago natural de toda la península Ibérica, A Pateira de Fermentelos. Además, el pueblo de Águeda vive un festival de colores con el proyecto Umbrella Sky, que adorna sus calles con coloridos paraguas desde finales de junio hasta mediados de septiembre.
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Pola de Allande – La Mesa (Camino Primitivo)
Vistas espectaculares a más de mil metros de altitud
Los peregrinos más montañeros disfrutarán como nunca en la 5ª etapa del Camino Primitivo, que transcurre entre Pola de Allande y La Mesa. En esta etapa de 21,6 km se corona el puerto del Palo, a más de mil metros de altitud tras ‘sufrir’ pendientes positivas del 5%. Un esfuerzo que merece la pena, puesto que desde allí se pueden admirar una vistas increíbles del río Nisón y de las montañas lucenses. Tras esta subida viene una merecida bajada de 5 kilómetros por las montañas asturianas terminando en Montefurado, un pintoresco pueblo de casas de piedra.
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Mis antecedentes filólogos me han llevado a la redacción de contenidos especializados en viajes y finanzas en español e inglés en el mundo digital. Peregrina en mis ratos libres y siempre que las pandemias lo permitan.
